



Los esqueletos y las calabazas son elementos clásicos en la decoración de Halloween, pero no sólo eso. También son de los disfraces más comunes en la noche más terrorífica. Son disfraces de Halloween fáciles de hacer en casa que hay que complementarlos con un maquillaje perfecto. Pero ¿Sabes como hacer un maquillaje de calabaza o de esqueleto de lo más creíble? Aquí te muestro el paso a paso de estos maquillajes. ¡No te lo pierdas!
1.Dibuja el contorno de la calabaza de color rojo y con la ayuda de un paño húmedo y de una esponja triangular rellenamos el interior de la calabaza con color naranja. Difuminamos un poco los bordes con la esponja para que se vea más redondeada.
2. Contorneamos la forma de la calabaza con un pincel y un poco de pintura marrón y le dibujamos con la misma pintura unas rallas como si fuesen las rugosidades de la calabaza
4. Con el pincel, dibujamos la sonrisa de la calabaza con unos cuadraditos que serán los huecos de los dientes.
3. Le marcamos bien la línea de los ojos y dibujamos dos triángulos en negro.
5. Para acabar nuestro maquillaje de calabaza, le dibujamos con pintura verde el tallo y algunas hojas en la frente del pequeño.
1. Con una esponja húmeda aplicamos una base de pintura blanca por toda la cara del niño.
2. Utilizamos un pincel negro para pintar la cuenca del ojo, los huecos debajo de los ojos y las mejillas, la forma del cráneo, cavidad nasal y el contorno de los dientes en la parte exterior de los labios del niño. Luego pintamos los dientes en blanco.
3. Utilizamos un pincel fino para pintar unas pequeñas grietas en la superficie del cráneo alrededor de la frente y cuencas de los ojos.
4. Para darle un toque final verdaderamente aterrador, también podemos pintar los párpados en blanco, y luego dibujar unas finísimas venitas en color rojo que le darán un toque de miedo.
Cómo hacer este maquillaje de vampiro para Halloween
– Lo primero que tenemos que hacer, es dar una capa de pintura para cara de color blanco. No hace falta que sea demasiado compacta. Podemos jugar con las facciones del niño, resaltando más unas zonas que otras.
– Usando una esponja, resaltamos aún más las facciones del niño dando pequeños retoques con una pintura grisacea.
– Ahora con un pincel o unas ceras, toca hacer los detalles en el rostro de nuestro vampiro. Primero, con la blanca, le hacemos unos grandes colmillos bajo el labio inferior. ¡de esos que dan miedo!. Luego, con la pintura negra, repasamos los colmillos, y pintamos unas enormes cejas que le den un aspecto terrorífico al vampiro.
¿Nos falta algo verdad? ¡La sangre! Con una cera roja, tenemos que pintarle por la zona de los colmillos unas gotitas de sangre, como si acabase de terminar con una presa.
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Aquí la plantilla en blanco para que hacerla con los papeles a tu elección.